Te conocí en Túnez, te acercaste y me
tendiste la mano para saludarme “hola soy Miguel, el productor” al mismo
tiempo que me regalaste una sonrisa que
me hizo sentirme bien y cercano. Tú acento me dijo que eras portugués.
Comenzamos a hablar sobre la producción
que teníamos en Túnez, me diste todo tipo de información haciendo un esfuerzo
por hablar “ese español” tan característico tuyo. Fueron pocos días los que
compartimos en esa ocasión pero suficientes para sentir que tenías algo
especial.
Al año de haberte conocido me voy a
Bolivia con un proyecto de trabajo diferente, a las pocas horas de llegar, y aún
por ubicarme, levanto la mirada y te veo venir caminando, inconfundible, tu
sonrisa, tu mochila a la espalda y estirando los brazos al mismo tiempo que te
acercabas a mí para saludarme con un abrazo y diciendo “que bueno estés aquí”
De nuevo escuchaba esa manera tuya de hablarme en castellano que tantos
momentos de risas nos ha regalado.
Teníamos por delante seis semanas de
mucho trabajo y dificultades para realizarlo, a los pocos días ya me hiciste
confirmar que eras alguien especial, siempre preocupado por los demás, siempre
animando en los momentos difíciles y convirtiéndolos en algo bueno, positivo o
incluso divertido, siempre uniendo y no separando, siempre ofreciendo en el
momento justo ese abrazo que nos hace sentirnos acompañados cuando estamos a
ocho mil kilómetros de nuestra gente y siempre intentando aprender a hablar
bien castellano con esa gracia que te caracteriza, “Fran como dice eso? Fran dice
mal esto? Como dice en español… ta ben así decido? Jajajaja! Que momentos me
has regalado que han hecho todo mucho mas fácil.
Tú manera de hablar sólo es algo
simpático y que sólo tú sabes hacer tan divertido, pero recuerdo nuestra
llegada a Oruro por primera vez, fue muy duro, sufrí mal de altura, la primera
noche fue horrible, dolor de cabeza, devolver etc. Recuerdo perfectamente que
me dijiste al irme a mi habitación “calquer cosa que tú nesesites mi lamas eh”
Al la mañana siguiente pensé que debería ir a la farmacia a buscar algo para
intentar sentirme mejor. Salgo del ascensor y te encuentro frente a mí, me
dices “donde vais? Te respondo, “a la farmacia, estoy fatal” y mi sorpresa
cuando te escucho decirme “dai dai a volta, teins muy mala cara ya yo ido
buscar para ti”
En ese momento me di cuenta de porque
eres especial, siempre me has cuidado, ayudado, animado, entendido… de una
forma incondicional y sin pedir nada a cambio, pero además de hacerlo conmigo,
siempre te he visto hacerlo con los demás.
Nos fuimos a Sucre, te miré la mano y te
dije “como me gusta esa pulsera que llevas” me respondiste “ si? Ti gusta? La
conseguí aquí” Al los dos días apareciste con una pulsera igual que la tuya y
me dijiste “toma yo regalo para ti, ya somos hermanos”
Una vez más, con pequeños detalles, me
hacías ver lo grande que eres.
El destino nos ha vuelto a unir en
Bolivia, en esta ocasión compartimos casa y trabajo y sigues cada día
enseñándome a ver la vida de otra manera, esa vida que vives tú tan llena de
generosidad, amistad, humildad, alegría …
Sé que estas viviendo un momento duro y
doloroso para ti, y una vez más muestras tu ser, tu capacidad de hacer bien a
los demás, tu forma de aceptar, tu forma de sufrir en silencio, tu forma de
querer y eso me hace sentir la necesidad de decirte GRACIAS, gracias por
regalarme tu amistad sin nada a cambio, gracias por enseñarme a ser mejor
persona con tus hechos y no con tus palabras, gracias por cuidarme, gracias por
darme un abrazo en los momentos que lo necesité, gracias por tenderme siempre
la mano, gracias por tus risas, gracias de corazón AMIGO.
Te pido perdón por no saber estar a tu
altura, por no saber devolverte todo lo que has hecho por mi, te pido perdón si
no he sabido estar cuando me necesitaste, te pido perdón si no he sido capaz de
ver que debería haber hecho algo más por ti y te pido perdón si en algún
momento te he fallado.
Ese destino loco y caprichoso que nos ha
unido en Túnez nos vuelve a separar en Bolivia, no sabemos cuando querrá volver
a unirnos pero deseo que sea pronto.
Antes de irte, como no podía ser de otra
manera en ti, una vez más me das un ejemplo de querer unir y no separar, de
querer ayudar, de querer entender y escuchar, de partir haciendo las cosas bien
y de ser un señor.
Será difícil seguir sin ti pero una parte
tuya siempre estará conmigo y hará como siempre que sea mucho más fácil.
El mundo necesita gente como tú, pero
claro sería otro mundo porque hay momentos que dudo mucho que seas de este
mundo.
Quiero decirte que te quiero amigo y
quiero darte las gracias por todo; mi amigo mi hermano!!!
Gracias a ti. Siempre estuviste ahí...allí...allá...acá...como se dice esto Fran?
ResponderEliminarCoño así da gusto...trabajar con buena gente que contagie buen rollo es basico. Enhorabuena menos sois unos cracks
ResponderEliminarJoooooliiiinnn vaya llorera llevo
ResponderEliminarBueno esta claro que tenemos un viaje pendiente a Portugal para conocer a Miguel que personas así hay muy poquitas y hay que tenerlas cerca. Así q Fran quédate con la carga positiva de tu hermano Portugués y yo voy planeando viaje.